Dependencia emocional - Información, expertos y preguntas frecuentes

La dependencia emocional es un estado psicológico que se manifiesta en las relaciones de pareja, familia o amistad. Estas relaciones se caracterizan por ser inestables, marcadas por un fuerte desequilibrio y sometimiento de una de las partes que, por lo general, idealiza y magnifica a la otra. Las personas dependientes tienen un intenso miedo a la soledad y pánico a la ruptura. En estos casos el abordaje se centra en fortalecer la autoestima de quien padece, con técnicas de visualización y autoafirmación.

La dependencia emocional es una manifestación de inseguridad personal donde se busca en el otro amparo, o acompañamiento para la vida diaria. La incomodidad que la persona siente es por no poder manejarse por su propios medios, sintiendo gran angustia al estar distanciado de la persona elegida. El tratamiento aquí consiste en dar herramienta a la persona para que se pueda observar de manera distinta empoderando su Ser para lograr un Hacer mas funcional.

Se trata de un apego excesivo enraizado en una baja autoestima. Quien lo padece, se muestra dòcil e hiper adaptado al ser del cual depende. Su deseo queda supeditado al otro y cuanto màs se entrega a dicha persona, màs posterga su propio deseo al punto de sacrificarse con tal de no contrariar a su partenaire. Esta conducta puede provocar chantajes emocionales si el par posee caracterìsticas psicopàticas o bien agobio por la falta de una falta valga la redundancia. En todo caso, la dependencia no decantarà en nada saludable. Es menester trabajar para superar dicha dependencia, recuperar la autoestima y asì vencer los miedos, culpas y ansiedades que este cuadro conlleva.

La dependencia emocional es una fuente de sufrimiento para quien la padece y siente la necesidad ineludible de no prescindir bajo ningún aspecto de su ser amado e incluso controlarlo. Es agobiante y desgastante. En la terapia trabajo para que el paciente se fortalezca de tal forma que pueda amar sin pretender "agarrar" al otro, sin depender totalmente de su respuesta o conducta desplegando así la capacidad de relacionarse de forma autónoma e independiente.

La dependencia emocional se produce cuando la persona no tiene responsabilidad completa sobre sus sentimientos, y su autoestima y bienestar depende de otros. Es una adicción hacia otra persona, una necesidad desmesurada del otro, que conlleva a renunciar a la libertad personal, buscando la seguridad que le falta en el otro. El objetivo del tratamiento apunta a aumentar la autoestima, aprender a valorarse y a no depender excesivamente de la aprobación de los demás, mantener una relación de pareja sana y equilibrada, donde cada cual conserve su individualidad, cambiar las creencias erróneas sobre el amor y las relaciones afectivas, de manera que se adopte una actitud menos demandante.

Es un estado psicológico que se caracteriza por la necesidad de índole afectiva que una persona siente hacia otra (de da en mayor medida en la pareja, pero también se presenta en las familias inclusive entre amigos). Dicha dependencia suele generar vínculos inestables, destructivos y en desequilibrio. Afecta negativamente a la autoestima, y a la salud física y psíquica. Produce un estado de ánimo negativo (acompañado de depresión y ansiedad), inseguridad, miedo e intolerancia a la soledad, aislamientos social, necesidad de aprobación. El 75% se presenta en mujeres. El trabajo tiene como punto de partida mejorar la autoestima y la seguridad, generando desde allí vínculos más sanos.

La dependencia emocional y la baja autoestima, están muy relacionadas. Tienen que ver con experiencias tempranas en la vida familiar: como carencias afectivas paternas o maltrato, la sobrevaloración y comparación con otro, el desconocimiento o la negación de los sentimientos del hijo/a, el hijo/a como objeto de su propia satisfacción y el chantaje correlativo del “te quiero-no te quiero”. El trasfondo es de una vulnerabilidad profunda, donde el ser queda expuesto frente a otros. Se busca al otro como medio para mitigar este sentimiento permanentemente. El otro es un supuesto garante de reconocimiento, proveedor de autoestima.Hay un vínculo de apego mental y emocional.

El ser humano nace dependiendo de otro para sobrevivir, pero a lo largo del crecimiento se espera que pueda desarrollar autonomía emocional e independencia. En ocasiones cuando estos aspectos no se pueden desplegar, El sujeto se apega desmedidamente a otras personas o al trabajo, o a alguna sustancia, como las drogas. La persona pierde de vista sus propios intereses, sus necesidades y en lugar de disfrutar de sus vínculos y lazos con el mundo, los padece. En un proceso terapéutico se hace un recorrido por todos los anhelos, deseos, proyectos y gustos propios que la persona puede lograr correrse de ese lugar angustiante.