Dr. Felipe Rilova Salazar

Prevención, detección y tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos

Cuando desfallece la fuente normativa de un grupo familiar, cuando las personas encargadas de fijar allí los límites son las mismas que los corrompen y transgreden, se asiste a una de las mayores inquietudes que puede llegar a experimentar un menor de edad. Roto el límite entre lo permitido y lo prohibido se quiebra la matriz que garantiza cualquier acuerdo, referencia o ley y, a partir de allí, se instaura la vivencia de estar expuesto al acecho de cualquier atrocidad, sin contar con el amparo de ningún límite, lo que comporta un pronóstico sombrío respecto a los trastornos psiquiátricos que pueda desarrollar ese menor si no se interviene a tiempo sobre esa situación de desamparo precoz.

Trastorno de ansiedad

En el pasado reciente, los tratornos por ansiedad se podían resolver si quienes procuraban ayuda psicológica lograban desatar sus anhelos legítimos de las pesadas cadenas sociales que los mantenían reprimidos. Hoy son nuevos los derroteros terapéuticos que estamos llamados a recorrer, porque las sólidas cadenas de entonces actualmente han perdido su consistencia. Hoy el tratamiento de los trastornos de ansiedad tiene mucho mejor pronóstico si a las apreciaciones psicológicas individuales se añade la consideración de estas nuevas inconsistencias sociales, por cuanto estas cuentan por sí mismas con la capacidad de generar otro tipo de ansiedades relativistas debidas a la falta de referencias.

Baja autoestima

El hecho elemental de “vivir” es fundamentalmente "ser amado por otros", de donde se desprende que la marginación impuesta a cualquier ser humano atenta contra un aspecto consustancial de su condición. Así surge el "hospitalismo", como camino ineluctable hacia el retraso madurativo o incluso la muerte por deprivación afectiva en lactantes, ante la falta de la madre o de un sustituto cabal de la misma por períodos prolongados. Lo que llamamos "baja autoestima" nos lleva a la esfera de exigencias ajenas incorporamos y llamamos nuestras, o a carencias afectivas cuya verdadera naturaleza necesitamos reconocer para sanar. La autoestima se relaciona de un modo u otro con nuestro entorno precoz.

Maltrato psicológico y abandono infantil

De acuerdo con datos de UNICEF, en América Latina no menos de 6 millones de niños al año son objeto de agresiones intrafamiliares y 80 mil de ellos mueren a raíz de la gravedad de estas agresiones . Desde el abuso sexual hasta las descalificaciones reincidentes que recaen sobre un menor con pretextos pedagógicos, la diversidad de las formas que asume la crueldad hacia un menor se expresa a través de un amplio espectro de síntomas que es preciso identificar en cualquier niño o niña ante la menor sospecha, atentos a que las secuelas de esta forma de desvalimiento son graves y a que resulta infrecuente que un menor se atreva a denunciar a un adulto de quien depende.

Adicción a drogas

Con frecuencia quién llega a hacerse adicto a las drogas ha venido intentando revertir, a solas, un cuadro de desvitalización que se liga a conflictos lejanos o actuales. El registro de aquello que se ha venido desestimando y anestesiando a través del consumo, augura mucho mejor pronóstico respecto a la recuperación y al abandono del consumo. Ningún problema humano desaparece por el solo hecho de que se lo desestime. Detrás de la adicción a drogas se suelen auscultar los latidos de dolores escondidos largamente silenciados. Sobre estos dolores desestimados y escondidos es necesario volver a fin de que su registro favorezca el desahogo que revierta el cuadro y evite las frecuentes recaídas.