¿Qué es?

La ciática es un síntoma. Aparece como un dolor en la pierna, que puede variar en intensidad. Puede llegar a ser insoportable, un dolor punzante que hace que sea casi imposible ponerse de pie o sentarse. Puede ocurrir de repente o puede desarrollarse gradualmente.

Causas de Ciática

La ciática es un síntoma muy común. Normalmente afecta a la gente entre los 30 y 50 años de edad. La causa más común es el tener una hernia en algún disco vertebral. En gente de edad avanzada, la estenosis lumbar o estrechamiento del canal lumbar es la causa más frecuente. Existen otras condiciones que pueden gatillar la ciática. Entre ellos: - Síndrome piriforme: se desarrolla en el músculo piriforme, un músculo pequeño que se encuentra dentro glúteo, que se tensa o sufre de espasmos que pueden presionar el nervio ciático ya irritado. - Espondilolistesis: es el desplazamiento de una vértebra de manera que se desalinea con la vértebra inmediatamente superior, estrechando el canal por el que pasa el nervio ciático.

Los síntomas de Ciática

También puedes sentir debilidad, entumecimiento, o una sensación de quemazón o de hormigueo que corre por tu pierna, posiblemente incluso en tus dedos. Algunos síntomas menos comunes pueden incluir la imposibilidad de doblar la rodilla o mover el pie y los dedos del pie.

¿Cómo se diagnostica?

Un completo historial médico, incluyendo una detallada explicación de los síntomas, y un reconocimiento físico pueden ayudar al médico a diagnosticar la ciática y determinar sus causas. Su médico puede solicitar otros exámenes de diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética, las radiografías u otros para confirmarlo.

Tratamiento de Ciática

El propósito del tratamiento es disminuir el dolor y aumentar la movilidad. Puede incluir descanso limitado, terapia física y el uso de medicamentos para tratar el dolor y la inflamación. También puede ayudar un programa de terapia física. En casos más rebeldes puede realizarse un procedimiento llamado "bloqueo" mediante el que se inyecta un medicamento directamente en la zona afectada para disminuir la inflamación en las raíces nerviosas. Para aquellos pacientes que no responden a los tratamientos conservadores y tengan síntomas de una enfermedad progresiva o que experimente un dolor muy severo, puede indicarse la cirugía de columna vertebral.